Guerra del Pacífico

La guerra del Pacífico es el conflicto armado más importante en el que nuestro país se ha visto involucrado hasta hoy. La falta de claridad en los límites establecidos y el potencial económico de una zona rica en salitre fueron las principales causas del enfrentamiento, que se extendió por casi cuatro años.

Tras los combates marítimos de la guerra del Pacífico, Chile consiguió el dominio del mar.

Desde la organización del país, se sostuvo que la frontera norte de nuestro territorio era el desierto de Atacama, una imprecisión que propiciaba diferentes interpretaciones respecto de hasta donde llegaba la soberanía ejercida por Chile en la zona y, por ende, el límite con Bolivia. Nuestro gobierno afirmaba por entonces que Chile dominaba hasta el paralelo 23, mientras que Bolivia ratificaba su soberanía hasta el paralelo 25, lo que generaba controversias entre ambas naciones.

En 1866, bajo la presidencia de José Joaquín Pérez y del general Mariano Melgarejo, en Chile y Bolivia, respectivamente, se intentó resolver las diferencias limítrofes a través de un tratado que fijó la frontera de ambos países en el paralelo 24. Además, el acuerdo señalaba que las ganancias obtenidas por la producción salitrera y guanera entre los paralelos 23 y 25 serían repartidas en partes iguales entre las dos naciones.

Sin embargo, nuestro país nunca recibió las mencionadas ganancias, por lo que se hizo necesaria una nueva ronda de gestiones diplomáticas.

Las conversaciones llegaron a buen término en 1874, año en que se anuló el acuerdo anterior, manteniéndose como límite el paralelo 24, pero sin repartición de ganancias y con la renuncia absoluta de ambos países a las aspiraciones territoriales más allá del paralelo establecido. Además, se determinó en el acuerdo que por un plazo de 25 años Bolivia se comprometía a no fijar nuevos impuestos sobre las empresas y personas chilenas que explotaban las riquezas minerales en la región.

Transgresión y enfrentamiento


El territorio en disputa durante la
guerra del Pacífico comprendía
importantes riquezas salitreras.

Los años que siguieron al acuerdo fueron bastante vertiginosos para las naciones vecinas.
Mientras nuestro país salía airoso de los vaivenes económicos que enfrentó hasta 1878 y gozaba de una estabilidad política envidiable, Perú y Bolivia vivían importantes cambios políticos. En
1876, en Perú, se eligió como presidente a Mariano Ignacio Prado mientras que, en Bolivia, se inició el gobierno de Hilarión Daza.

Ambos gobiernos implementaron una serie de medidas para contrarrestar la crisis económica que los afectaba, entre las que se incluyó, por parte de Bolivia, una ley que aumentaba en diez centavos por quintal de salitre, los impuestos a las empresas chilenas situadas en la zona de exención. Esto significaba una clara violación al acuerdo establecido en 1874, por lo que no se hizo esperar la voz de alerta de los empresarios chilenos, quienes desconocieron la nueva normativa y se negaron a pagar, desencadenando una serie de hechos sin retorno.

La molestia del gobierno boliviano fue tal que de inmediato ordenó el embargo y remate de las salitreras chilenas de la zona. Una medida arbitraria, ante la cual el presidente de nuestro país, Aníbal Pinto, reaccionó resolviendo la toma de la ciudad de Antofagasta, el mismo día fijado para el remate, un 14 de febrero de 1879. Con el paso de los días, la Escuadra nacional alcanzaría hasta la altura del río Loa, dominando casi la totalidad del litoral boliviano.

 

Alianzas secretas


Chile desconocía absolutamente el pacto de cooperación firmado entre Perú y Bolivia en el año 1873.
Tras una grave crisis económica que lo afectó, en 1873, Perú suscribió un acuerdo secreto con Bolivia. Este tratado era de carácter ofensivo y defensivo contra Chile y tenía como objetivo final la cooperación mutua de ambas naciones en caso de algún estallido bélico.
Ese mismo año, Perú también intentó establecer una alianza estratégica con Argentina; sin embargo, el Senado de la nación trasandina postergó un pronunciamiento oficial al respecto.

Resumen de la Guerra del Pacífico


- Las principales causas de la guerra del Pacífico fueron las diferencias limítrofes con Bolivia y la violación de los acuerdos establecidos.
- Durante la guerra del Pacífico se desarrollaron, en orden cronológico, la campaña marítima, las campañas terrestres de Tarapacá, Tacna y Arica, la ocupación de Lima y la campaña de la Sierra.
- Los acuerdos que pusieron fin a la guerra del Pacífico fueron el tratado de Ancón, firmado con Perú en el año 1883, y el pacto de tregua acordado con Bolivia
el 4 de abril de 1884.

 

Etapas de la Guerra del Pacífico

  • Campaña marítima

    Iniciado el conflicto, la población de nuestro país ascendía a dos millones y medio de habitantes. Las fuerzas militares estaban integradas por 2.440 soldados, 401 oficiales y 6.661 hombres pertenecientes a la Guardia Nacional. La Armada, en tanto, solo contaba con dos blindados (Cochrane y Blanco Encalada) y cinco barcos de madera de escaso poderío (las corbetas Chacabuco, O'Higgins, Esmeralda y Magallanes, además de la goleta Covadonga).

  • Campaña terrestre

    Tras el triunfo marítimo, nuestro país emprendió la arremetida contra territorio enemigo. El 2 de noviembre de 1879 cerca de 10.000 hombres desembarcaron en el puerto de Pisagua, a las órdenes del general Erasmo Escala y en compañía del ministro de Guerra Rafael Sotomayor, iniciándose así una seguidilla de enfrentamientos terrestres que comenzaron con la campaña de Tarapacá

  • Fin del conflicto: compensaciones y desacuerdos

    No obstante, las victorias obtenidas hasta ese momento dejaban a nuestro país como claro ganador, existieron algunas voces provenientes del mundo político que consideraban necesaria una nueva incursión en territorio peruano. Esta vez el objetivo era la ocupación de Lima, para lo que durante los primeros días de noviembre salió desde Arica un contingente militar a cargo de José Francisco Vergara.

Consorcio Periodístico de Chile S.A. Derechos reservados.
Se prohíbe expresamente la reproducción o copia de los contenidos de este sitio
sin el expreso consentimiento de Consorcio Periodístico de Chile S.A.