Show

El Semanal

Fotografías de: Gabriel Schkolnick / Roberto Candia

Francisco Chaleco Lopez

« volver

Qué se siente…

Volver a la moto tras un accidente
Francisco "Chaleco" López

"Le pedí a mi amigo Cristián Naser que me acompañara. Había escogido un circuito rápido, algo entre motocross y enduro, donde sabía que no iba a correr riesgos. A 60 kilómetros de Santiago. En el auto, iba relajado. Pensaba: 'Voy a andar en moto, porque quiero andar en moto'.

Recuerdo que de todos los huesos que me rompí y de todas las operaciones, lo que más me molestaba era la pierna. Me puse las botas y fue bien incómodo. Cristián me dijo: 'Tengo un número más grande. Después me las reponís'. Todo el equipo era nuevo, desde el casco hasta las rodilleras, como si estuviera empezando desde cero. Se sentía nuevo y muy raro, pero no sé si era sólo por la ropa.

Miré hacia atrás y aceleré a fondo. Mientras más me perseguían, más me arrancaba

Cuando me acerqué a la moto no dudé ni sentí miedo. Nunca, ni un 0,001% de mí. Los días posteriores al accidente en Túnez, mientras estaba hospitalizado en Europa, no quería ver una moto nunca más en mi vida. Las lesiones fueron heavy, con fracturas en las piernas, columna, costillas y en un brazo. Todavía me molesta el tobillo izquierdo a ratos, cuando hago mucha fuerza. Pero luego te empiezas a recuperar y sentir mejor. Trabajé el temor y preparé mi cabeza.

'¿Valdrá la pena? ¿Me recuperaré?', pensaba a veces.

Empecé a girar unos 15 minutos. También me molestaba la mano derecha, pero estaba bien preparado físicamente. No salté de la camilla a la moto, ya habían pasado casi cuatro meses. Paré, tomé un poco de agua, regulé las botas, limpié las gafas y dije: '¡Ya, vamos!', y me propuse entrenar por 25 minutos para ver cómo aguantaba.

Venía tranquilo y justo detrás se pusieron dos amigos, de categoría experto. '¿Qué hago? ¿Me corro hacia un lado para que pasen o acelero y chao?'. Miré hacia atrás y aceleré a fondo. Mientras más me perseguían, más me arrancaba. Había cambiado el chip. 'Tómatelo con calma', me dijeron ellos. Yo prefería pensar que estaba en un buen ritmo, a poco tiempo de un accidente que casi me costó la vida.

Me sentí feliz. Al día siguiente volvimos, pero con una parrilla e hicimos un asado. Sentí que estaba vivo".

Por: Francisco Siredey
Fotografía: Roberto Candia