Los seres humanos envejecemos o nos enfermamos por diversas causas. Y algunas veces, la medicina tradicional no es suficiente para poder sentirnos mejor y retomar nuestras actividades. En 1968, el doble premio Nobel Linus Pauling, considerado una de las mentes más importantes del siglo XX, propuso el término de “medicina ortomolecular”, terapia que ayuda a resolver desbalances en el organismo al administrar adecuadamente los nutrientes que este necesita.

Específicamente, el método está enfocado a diversos aspectos, entre estos el fortalecimiento de la salud, el rejuvenecimiento o la prevención de las enfermedades crónicas, ello mediante la recuperación del delicado equilibrio fisiológico (natural) en el que se mantienen las moléculas de las sesenta trillones de células de nuestro organismo, acentuando el uso de las sustancias naturales tales como vitaminas, enzimas, antioxidantes, aminoácidos, ácidos grasos esenciales, entre otros. 

Nelba Villagrán, nutricionista y especialista en medicina ortomolecular con más de 10 años de experiencia en el tema, explicó que la terapia a pesar de ser tan antigua no fue hasta el 2013 cuando en nuestro país se realizó el primer Congreso Internacional de Nutrición ortomolecular, con 500 asistentes de varios países y con expositores internacionales. “En Latinoamérica se aplica en Perú, Bolivia, Argentina, y Chile. El área de Nutrición también ha ido creciendo, y a la fecha existen nutricionistas y médicos formadas en esta disciplina”, explica.

En detalle, la profesional explicó este tratamiento que ha sido utilizado por famosos de la talla de Rihanna, Charly García o Kelly Osbourne:

-¿En qué ámbitos actúa el método en el paciente?

Esta medicina estudia las causas bioquímicas de la enfermedad, aplica pruebas de laboratorio y da relevancia a la clínica del paciente. Se relaciona con todo el metabolismo y todas las áreas del organismo humano. La medicina ortomolecular aplica terapias inyectables y diversos métodos con muy buenos resultados, como por ejemplo el trabajo del Dr. Abraham Hoffer, uno de los pioneros de esta disciplina, quien aplicó niacina (Vitamina B3) endovenosa en pacientes psiquiátricos para modular el neurotransmisor dopamina, demostrando sus efectos beneficiosos especialmente en esquizofrenia.

- ¿Cómo se puede explicar cuando hablan que la medicina ortomolecular realiza tratamientos enfocados en lo micro, no en lo macro?

Considera el organismo como un todo, un sistema coordinado. Relaciona los mecanismos bioquímicos ligados a la expresión genética, el control del terreno biológico (matrix) que se relaciona a su vez con la funcionalidad de la célula, incluyendo lo que actualmente se denomina epigenética, es decir, la incidencia del medioambiente en la alud, así como también los aspectos psicosociales.

-¿A qué tratamientos pueden optar los interesados? ¿Cuántas sesiones? ¿En qué valores transitan los tratamientos?

Dependerá de cada paciente. En ortomolecular no se tratan patologías con un protocolo estandarizado, sino que al igual que en la medicina biorreguladora, se considera al individuo como ser único, irrepetible, que además de presentar determinadas enfermedades, posee sus propias circunstancias.

En Chile se puede acceder a médicos especialistas de diferentes precios, desde algunos con métodos muy sofisticados y de alto valor a otros más simples y más accesibles. Lo importante es saber que se debe consultar en medicina un médico con esta especialización y en nutrición un nutricionista integrativo que se haya especializado en ortomolecular.

- ¿A qué personas le recomendaría el tratamiento?

A todas las personas que sufran de alguna patología crónica, metabólica, autoinmune o a un nutricionista ortomolecular si desean prevenir enfermedades. Una vez investigada la bioquímica del paciente, desarrolla su propio protocolo, aplicando diversos nutrientes, oligoelementos, aminoácidos, ácidos grasos, fitoquímicos, micronutrientes, entre otros, en dosis terapéuticas para regularizar las funciones alteradas. Debe apoyarse siempre en una modificación de la alimentación, que impidan la repetición de patologías y protegen su ADN.