No me refiero solo a la existencia del flash, sino que también a la posibilidad que ofrecen hoy los teléfonos de obtener imágenes bien iluminadas a pesar de la poca luz. El flash, aunque puede parecer más fácil de usar, tiene la desventaja de que las imágenes terminan viéndose muy artificiales o sobreexpuestas, y además que solo funcionan con objetos y personas cercanas.

Para tomar un paisaje con poca luz, se puede hacer de tres formas: la primer es ir al modo profesional del teléfono y desde allí, modificar el ISO de la cámara, es decir, la sensibilidad de la luz. En el caso de P30 Pro, los valores pueden ir desde 50 -que se usa cuando hay sol- hasta los 409600, que es cuando la oscuridad es total. Esto te permite tomar fotos con iluminación buena, pero a mayor valor, más granulado se ve el efecto.

Para evitar eso, dentro del mismo modo, puedes intentar modificar la velocidad de exposición, que es cuánto tiempo permanecerá el lente captando la imagen antes de cerrarse. Mientras más alto sea ese valor, más tiempo estará abierto, más luz entrará y por ende, más clara será la luz. En este caso, lo ideal es tomarla con un trípode o muy buen pulso y asegurarse que nada se mueva en la imagen, ya que si no aparecerá borrosa.

La tercera opción, es la más sencilla, es simplemente apuntar con tu Huawei P30 Pro en el modo automático, ya que podrá identificar que se trata de poca luz y ajustará los parámetros de manera instantánea. Otra opción es ir, en el mismo equipo, al Modo Noche, lo que te permite obtener resultados en donde la noche parece desaparecer.