Partió confeccionando uniformes institucionales. La venta a colegios era parte fundamental del negocio, pero las tiendas de retail y su producción a gran escala hicieron que la competencia fuera demasiado fuerte como para subsistir.  

Tras ese golpe Patricia empezó una búsqueda: la de un nuevo oficio que le apasionara y permitiera trabajar en cualquier parte ya que, por el trabajo de su marido, podrían tener que reubicarse en cualquier momento. Así, comenzó a interesarse por la estética. Pasó de probar algunas cremas a especializarse y estudiar para realizar tratamientos rejuvenecedores.   

Pero el aprendizaje no quedó ahí, porque pese a que había logrado conseguir clientes, no sabía cómo fidelizarlos ni implementar procesos productivos eficientes. Le costaba vender tratamientos de larga data, en los que ella aseguraba meses de trabajo, pero la clientela debía desembolsar más. 

Siguió estudiando y probando métodos que ayudaran a hacer crecer su negocio. En esa búsqueda comenzó a utilizar el sistema de pago portátil Mobile POS de Transbank, lo que le permite conectar su Smartphone a un terminal de pagos con el que puede realizar cobros en cualquier parte donde esté. Su clientela le puede pagar con débito o tratamientos más caros en cuotas con tarjetas de crédito, y así ha podido planificar meses de trabajo. Sumado a esto, Patricia tiene acceso a una plataforma estadística donde puede hacer seguimiento de las ventas y transacciones realizadas, lo que la ayuda a tener un mejor orden.

Actualmente, y dado el crecimiento sostenido que ha tenido, Patricia aspira a que el siguiente paso de su negocio sea abrir un local, pero sin dejar de hacer domicilios con su Mobile POS. Una muestra de cómo reinvertirse en un rubro totalmente diferente es posible, si se aprende de los errores y se busca cómo estar a la vanguardia en temas de atención y servicio a clientes.  

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