10 rostros para 100 horas de una crisis: Las advertencias de Hutt, la disyuntiva de Carabineros y el FA dando jugo10 rostros para 100 horas de una crisis: Las advertencias de Hutt, la disyuntiva de Carabineros y el FA dando jugo
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10 rostros para 100 horas de una crisis: Las advertencias de Hutt, la disyuntiva de Carabineros y el debate en el FA

El inicio fueron las evasiones masivas que partieron a principios de mes, pero para el jueves pasado ya se habían intensificado. De ahí en más, la crisis creció por minutos hasta tener un país con varias ciudades en estado de Emergencia y toques de queda. Aquí, las primeras cien horas de diez personajes de la crisis.

Jueves

Gloria Hutt

Desde el jueves 17, la oficina de la secretaria de Estado Gloria Hutt- militante de Evopoli, de 64 años - se trasladó hasta La Moneda. Ahí ha estado en permanentes reuniones con el Presidente Sebastián Piñera; el titular de Interior, Andrés Chadwick; el secretario de la cartera, Rodrigo Ubilla; el ministro de la Segpres, Gonzalo Blumel, y miembros del Segundo Piso, entre ellos, Cristián Larroulet.

Hay un dato que no es menor para quienes trabajan con Hutt.

Según aseguran en el Ejecutivo y algunos parlamentarios de Chile Vamos que manejan la información, a fines de septiembre - días en que la ministra Hutt se enteró del aumento de la tarifa-, la secretaria de Estado pidió a la Dirección de Presupuesto, a cargo de Rodrigo Cerda, usar un 10% adicional de subsidio para impedir el aumento del costo del Metro. La petición le fue negada. Consciente de las complicaciones que podría tener el alza, cercanos a Hutt afirman que la ministra advirtió de los costos que podría traer para la ciudadanía subir el pasaje.

“Acá pudo haber habido una solución si la Dipres hubiera tenido disposición para entregar el 10% adicional que no elevaría tanto la tarifa del transporte y tener así una medida compensatoria. Al menos con la aprobación del proyecto de ley se va a establecer la facultad del Presidente para congelar la tarifa”, Francisco Chahuán, presidente de la comisión de Transporte del Senado.

Mario Rozas

El jueves a las 19 horas, cuando se masificaron las manifestaciones, el general director de Carabineros, Mario Rozas Córdova, decidió acuartelarse. Desde entonces, apenas ha ido a su casa unos minutos a ducharse y cambiarse de ropa, para retornar de inmediato al edificio de Carabineros, en calle Zenteno. Ahí pasa gran parte de la jornada entre su despacho y la Central de Comunicaciones de Carabineros (Cenco), una unidad clave desde la que se supervisan y controlan todas las operaciones policiales.

Para el jefe policial el estallido social que se produjo fue una situación completamente extraordinaria e inusual. Aunque le había tocado tener mando de unidades policiales a la hora de enfrentar las consecuencias del terremoto de 2010 y los desmanes en medio de los incendios forestales en la temporada veraniega de 2017, lo que ha vivido desde el jueves en la noche, señalan sus cercanos, adquirió una violencia y alcances inusitados.

Es, para muchos, la prueba de fuego para un general que pasó de jefe de carreteras a general director en apenas unos meses, tras las dos purgas masivas que hubo en el alto mando de Carabineros a raíz del caso Huracán y el asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca.

Recién pasadas las 19 horas del jueves 17, comenzaron a visualizar que no estaban frente a una ola de protestas más, sino que ante un estallido social. Rozas convocó entonces a una reunión de emergencia de los generales del alto mando, es decir a los seis generales de “tres estrellas” que conforman la cúpula de la institución. La instrucción que les dio fue perentoria: sacar a todo el personal a las calles.

Apenas terminó la reunión, se trasladó hasta Cenco para enviar un mensaje a todo el personal. Con un título de periodista de la Universidad del Desarrollo y experiencia en el área tras su paso por la jefatura de Comunicaciones de Carabineros, Rozas estaba consciente de la importancia de hablarle directamente a todos los policías ante lo que estaba ocurriendo. Les dice que se estaban produciendo desórdenes en gran parte de Santiago, lo que implicaba el control del orden público lo antes posible, “respetando los protocolos de actuación” y el respeto a los derechos humanos.

En las primeras horas, admiten en Carabineros, se utilizó la planificación habitual para los días en que hay llamados a protestas. En otras palabras, el diseño implicaba copar la Plaza Italia y las estaciones intermodales del metro, a donde fueron trasladados el grueso de los efectivos de fuerzas especiales.

Una planificación que quedó totalmente sobrepasada a partir del viernes en la noche, cuando se expanden los focos de manifestaciones y desordenes hacia la periferia de Santiago.

La alerta la gatilló el incendio de la escalera de emergencias del edificio de Enel, en el centro de Santiago, durante las primeras horas de la noche del viernes. En ese momento, Rozas ordenó el acuartelamiento en grado 2. Es decir, todo el personal soltero destinado en la Región Metropolitana quedaba operativo hasta nuevo aviso.

Alberto Espina

Mientras las evasiones masivas comenzaban en distintas estaciones del Metro de Santiago, el ministro de Defensa, Alberto Espina, tomó un avión con destino al norte del país. Se dirigía a visitar Tormenta 2019, un ejercicio militar de carácter secreto que se realiza anualmente, en el que participan los altos mandos de las Fuerzas Armadas de la zona. Ese jueves, el entrenamiento se realizó en San Pedro de Atacama, mientras el viernes se hizo en Iquique. Además del ministro, habían acudido los comandantes en Jefe del Ejército, Ricardo Martínez, y de la FACh, Arturo Merino.

Louis de Grange

Nunca esperó tener que enfrentar una crisis de esta magnitud. El día anterior, a eso de las 14.00 horas, había llegado a la Universidad Diego Portales para hacer clases, como todas las semanas. Mientras los estudiantes prestaban atención en el electivo de Ingeniería Industrial, el teléfono de De Grange sonó un par de veces. Era el día diez desde que algunos secundarios realizaron evasiones de pago en la estación Universidad de Chile.

Una de esas llamadas era de la propia jefa de la cartera de Transportes, Gloria Hutt. “Disculpen, me está llamando la ministra”, dijo el presidente de la estatal y se retiró de la sala durante algunos minutos.

Las evasiones se iban acrecentando y aumentaba la preocupación al interior de la estatal, no sólo para el presidente de Metro, sino para todos los trabajadores.

Viernes

Sebastián Piñera

Jueves y viernes, el gran tema que se hablaba en La Moneda, sobre todo el Presidencia, era lograr que en la reunión de la Apec, en Chile, se firmara el esperado prinicipio de acuerdo entre Donald Trump y Xi Jinping para el anhelado fin de la guerra comercial. Las evasiones masivas no estaban en un lugar importante del radar.

El viernes solo unos pocos estaban preocupados de observar esa crisis. De monitorearla. Después de un rato que estalló la violencia hubo una reacción algo mayor, y se convocó a Interior, Transporte, Metro y Carabineros, quienes dieron cuenta de la crisis. El Presidente notó allí que Interior no estaba tan encima, confiado en la estrategia abordada por Carabineros. En la reunión solo se vieron contradicciones, escasa conducción.

En pocas horas, con la violencia en escalada, surgió la idea de acudir a las Fuerzas Armada. Al principio hubo resistencia, sobre todo del Presidente. Pero alrededor de las 20:30 le solicitó al subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, que estudiara la capacidad real de Carabineros para contener la situación. Ubilla lo hizo mientras el Presidente hizo su desafortunada salida a comer pizza con su familia, en la comuna de Vitacura. A esa hora, el jefe de Interior ya estaba en su casa.

Alrededor de las 22:00 horas, ambos volvieron a La Moneda. La decisión ya la tenía casi resuelta. Solo llamó a los partidos para pedirle un opinión, y luego le dio el vamos a la petición del decreto.

El Presidente se quedó esa noche hasta las tres de la madrugada del sábado. De ahí en más, comentan, no se despega de la crisis.

48 horas después, el Presidente, en vez de anunciar eventos internacionales, diría que "estamos en guerra contra un enemigo poderoso e implacable".

Gloria Hutt

El viernes 18 es considerado como uno de los más duros para la ministra Hutt. Ese día tenía considerada una pauta junto a la subsecretaria de Telecomunicaciones, Pamela Gidi, sin embargo, tuvo que trasladarse nuevamente de urgencia a La Moneda, donde sostuvo dos reuniones. La primera de ellas fue a las 10:30 de la mañana con el presidente del Metro, Louis de Grange, su gerente general, Rubén Alvarado, y el ministro Chadwick. Quienes conocen detalles de la cita, señalan que en ella se reafirmó la tarifa de Metro pese a los cuestionamientos que a altura se incrementaban, justificando que por ley esta se define gracias a un panel de expertos y en la cual el Gobierno tendría poca injerencia.

De hecho, el presidente de Metro dijo tras la cita que “si uno calcula el promedio, la tarifa del Metro de Santiago está en la mitad de los otros países aproximadamente”, refiriéndose a la comparación con Latinoamérica.

Al tanto de que la ministra había advertido semanas atrás sobre los inconvenientes que podrían generarse a raíz del alza, tanto en Evopoli como en el equipo de la ministra generó molestia que La Moneda la pusiera a ella ese viernes a dar la cara por la serie de disturbios que se estaban realizando debido a la evasión del pasaje del metro.

La situación generó que ese mismo día el presidente de Evopoli, Hernán Larraín Matte, y otros dirigentes del partido se comunicaran con La Moneda, para reclamar que Hutt no es la encargada de entregar información respecto a la seguridad del país. Desde entonces, la ingeniera civil no ha vuelto a referirse a otro tema que no sea el balance del transporte público.

Alberto Espina

Alrededor de las 16:30, Espina y parte de su equipo que lo acompañó al norte, aterrizaron de vuelta en Santiago. A esas alturas, las evasiones masivas ya habían colapsado parte de la red del Metro mientras miles de santiaguinos buscaban un medio de transporte para volver a sus casas. El ambiente ya se enrarecía. Durante los dos días que estuvo en el norte había mantenido contacto con La Moneda, donde ya el viernes en la mañana se ponderaba la decisión de decretar el estado de emergencia.

Cuando estaba de regreso en su casa, desde La Moneda le comunicaron que la situación era de emergencia. Espina, entonces, dio la orden de que las FF.AA. se acuartelaran en grado 1, lo que significa que todos los uniformados deben presentarse en sus respectivas unidades y con el equipamiento necesario. Iba en su auto hacia la casa del comandante en Jefe del Ejército, Ricardo Martínez, ubicada en Lo Curro, Vitacura, para coordinar el movimiento de las tropas, cuando lo llamó directamente el Presidente Piñera para pedirle que se fuera a Palacio: se requería su firma para decretar el estado de emergencia. La caótica situación en las calles le hizo difícil llegar.

Desde entonces, el titular de Defensa se ha reunido todos los días con los comandantes en Jefe de las tres ramas de las FF.AA. Su rol específico ha sido el de coordinar a los jefes de Defensa de cada región –Javier Iturriaga en Santiago, Juan Andrés de la Maza en Valparaíso y Carlos Huber en Concepción, las tres principales del país-, junto con encauzar y contener las múltiples solicitudes que llegan desde alcaldes y empresas de tener mayor presencia de uniformados. Su equipo más cercano intenta filtrar las peticiones mediante el chequeo de redes sociales.

Los militares “cuentan con todo el respaldo del presidente para actuar con todos los medios a su disposición", dijo anoche desde la Guarnición Santiago del Ejército, luego de que Piñera aseverara que “estamos en guerra”.

“Han sido provocadas las FF.AA. por estos delincuentes, y nuestros soldados no han caído en el juego de dejarse provocar… hemos vistos cómo personas los insultan”, agregó.

Javier Iturriaga

“Necesitamos un general tres estrellas con experiencia en el mando militar”. Esta fue la exigencia que hizo esa tarde la tarde el Presidente Piñera al comandante en Jefe del Ejército Ricardo Martínez. A esa altura ya se había hecho el anuncio de la invocación de la Ley de Seguridad del Estado, en la Región Metropolitana, pero las manifestaciones lejos de aquietarse se multiplicaban en distintos puntos de Santiago generando un escenario de estallido social inédito que hizo indispensable la activación de los mecanismos constitucionales de control.

Un listado con varios nombres de generales de división, su perfil y experiencia llegó entonces a manos del Presidente. Fue él quien decidió designar al comandante de Educación y Doctrina, general Javier Iturriaga del Campo como jefe de la Defensa Nacional, quien debía asumir de inmediato apenas Contraloría tomara razón del decreto presidencial que lo dejaba al mando de la zona de emergencia.

A sus 53 años, el general de división cuenta con una meteórica carrera en el Ejército siendo actualmente la séptima antigüedad de la institución castrense. Los problemas judiciales que ha debido enfrentar algunos miembros del alto mando “lo beneficiaron”. Esto porque en 2018 siendo aún coronel fue ascendido a general luego que en una decisión, sin parangones, el comandante Martínez llamara a retiro a 21 generales con el propósito de desvincular a todos aquellos que pudieran verse comprometidos por la indagatoria penal que encabeza la ministra en visita Romy Rutherford.

Al interior del Ejército algunos comentan que la decisión de nombrar a Iturriaga, quien hasta el jueves 17 estaba a cargo de las escuelas de formación del Ejército, habría generado incomodidad. Por rango el designado para asumir el cargo de jefe de la defensa nacional ante un estado de excepción constitucional es el comandante general de la Guarnición, que en Santiago le corresponde al general de división Esteban Guarda Barros, quien incluso está dos puestos antes que Iturriaga en la línea de sucesión. Sin embargo, la mayoría asegura que tiene la personalidad y trayectoria suficiente para hacerse cargo de la contingencia actual.

“Ha estado a cargo de las unidades militares más importantes y fue quien se hizo cargo de la emergencia en Santa Olga”, dice uno de sus defensores. En efecto, no era la primera vez que el general Iturriaga debía enfrentar una situación de emergencia. En 2017 fue designado para enfrentar la quema de más de mil viviendas y la desaparición de casi toda esa localidad de la Región del Maule, en el medio de voraces incendios forestales que ese verano afectaron la zona. En esa oportunidad logró lo impensado. Si bien la gente en un inicio se resistió a la presencia militar, una vez superada la emergencia Iturriaga y su tropa fue despedido en medio de aplausos de agradecimientos.

Andrés Chadwick

Cerca de las 21 horas del viernes Andrés Chadwick se fue a su casa. Dejó a cargo al subsecretario Ubilla de encabezar una reunión con Carabineros. Un poco antes, el Presidente Piñera se había ido a una pizzería a celebrar el cumpleaños de su nieto. En medio del rechazo que generó la escena, la cual se viralizó por Twitter, ambos volvieron juntos, pasadas las 22.00, a La Moneda.

Los dos se quedaron hasta cerca de las tres de la madrugada sin entender lo que estaba pasando en las calles de la capital. Desde entonces, ha llegado todos los días temprano a Palacio, cerca de las 7.00, y se retira en la madrugada. Tiene constantemente línea directa con Piñera y junto a él toman las decisiones de cómo serán las vocerías.

De manera paralela, Chadwick ha tenido reuniones con Ubilla, con quien prepara los informes de balance de los hechos, los cuales entrega al Mandatario. Y, además, coordina a nivel regional el tema de seguridad y a los ministros sectoriales con quienes ha encabezado múltiples reuniones.

Karla Rubilar

Tenía hasta el viernes una agenda clara: ser una de las estrellas del encuentro organizado por Andrés Allamand y Manuel José Ossandón para fotografiarse con candidatos RN a gobernadores, aprovechando una jornada de capacitación política. La sesión sería al día siguiente. Era el lanzamiento del pacto los dos aspirantes a candidatos presidenciales del partido y de la, hasta entonces, segurísima postulante a la gobernación de la Región Metropolitana, Karla Rubilar, la punta de lanza de la campaña electoral 2020-2021 del gobierno.

Después de eso era coser y cantar. Un par de días más en el cargo y luego, a retirarse poco antes del plazo legal que le vencía este viernes 25 para emprender una larga campaña.

Pero a medida que la ciudad pasaba de las protestas en el metro y torniquetes rotos a otra cosa, su plan se fue desdibujando. Como a las 21 horas de ese mismo viernes, el evento RN del día siguiente fue cancelado.

Era la primera señal de que la crisis derribaba sus planes. Pero no: ese primer día de caos, la aún candidata cuidó su futuro. O se lo cuidaron desde la Moneda, según otra versión. Uno, quedó al margen de las vocerías. No se le vio. Dos, tampoco estuvo en ninguna de las dos reuniones que hubo en Palacio. Cuando el descalabro aumentó, Rubilar llegó a La Moneda a las 23:17 de ese viernes, carpeta en mano con un informe de los destrozos ocurridos hasta entonces. Algo de eso le había contado a Piñera poco antes, por teléfono.

"No la vimos, no conversó con la prensa. ¿Dónde estuvo?", le preguntaron cuando reapareció en su primera vocería, pasada la una de la madrugada del sábado. "Uno trabaja, no tiene que dar explicaciones, sino que tiene que informar a la ciudadanía y controlar la emergencia". En su equipo dijeron que estuvo "monitoreando" la situación. Hasta ahora circula la versión que todo esto fue porque hubo una decisión política de blindarla y no exponerla ante las cámaras a la primera de cambio.

Beatriz Sánchez y el Frente Amplio

La gira por Arica era desde el jueves hasta el domingo. Sin embargo, solo duró un día.

Eran las 21 horas cuando Sánchez junto a su equipo decidieron regresar a la capital. La periodista había llegado al extremo norte para iniciar su gira por el país luego que el conglomerado le pidiera "ponerse a disposición" de cara a las elecciones de gobernadores y municipales del 2020.

De hecho, cuando ya iban cuatro días de evasiones masivas, la ex abanderada presidencial tuiteó: "¿En serio la discusión para las autoridades es si van a poner 3 o 5 candados en la puerta del Metro, o si mandarán 10 o 15 carabineros? ¿No ven la desesperación de una familia que gana el salario mínimo ($301 mil) y q gasta $33.500 al mes para ir al trabajo? #EvasionMasiva".

Lo mismo hicieron varios diputados del bloque en un punto de prensa desde el centro de Santiago. "Nos dirigimos directamente al Presidente, para que de pie atrás al alza del pasaje, que saque a Carabineros del metro y genere instancias de diálogo con la población, porque a lumazos no resolverá nada #EvasionMasivaTodoElDia", tuiteó la diputada y presidenta de Convergencia Social, Gael Yeomans.

Sábado

Mario Rozas

Rozas ordenó traer refuerzos policiales a Santiago desde la Región de O’Higgins y de Valparaíso. Esta medida se revirtió , luego que se decretara estado de emergencia. El retorno de los policías uniformados a sus regiones se hacía urgente, para entonces ya se registraban desórdenes en Valparaíso y Rancagua.

Ni siquiera esas medidas fueron suficientes. El viernes en la noche, Rozas ordenó cambiar la modalidad de servicio policial que hasta entonces se estaba realizando. Los turnos de ocho horas se extendieron a 12 horas continuas. Para todos los oficiales y jefes de unidades quedaban suspendidas automáticamente los permisos, vacaciones y días libres que estaban previamente otorgados.

A través de las redes sociales, especialmente los chats institucionales, el general Rozas enviaba mensajes a los carabineros, pero se tuvo que abstener de hacer declaraciones públicas, ya que la autoridad y las vocerías quedaron a cargo el general de Ejército, Javier Iturriaga.

Los reclamos por la ausencia policial eran cada vez más numerosos en la medida que se incrementaban los saqueos a supermercados y tiendas comerciales. En el entorno del general Rozas, admiten que fueron sobrepasados por los hechos. Mientras se llevaban a un grupo de personas detenidas en un saqueo a la comisaría y se hacían los procedimientos, otros grupos seguían saqueando el mismo establecimiento, sostienen.

Hubo que priorizar. Entre resguardar supermercados o dedicarse a las tareas de control de orden público. Se privilegió lo segundo. Salvo estaciones de metro intermodales y otros lugares estratégicos, los que se mantuvieron vigilados.

“Ha sido complejo. Entre los saqueos y el orden público, se ha privilegiado el control del orden público, porque si no el riesgo es que incendien todo. Entre una estación de metro que está bajo amenaza y un supermercado, la prioridad será la estación de metro”, señala un miembro del alto mando.

Pero la presencia policial, a diferencia de años anteriores, no ha disuadido a los manifestantes y a los grupos violentistas que han hecho destrozos. Eso es algo, afirman, que los tiene sorprendidos. Hasta ahora, hay más de 50 uniformados heridos con lesiones de diferente gravedad.

Javier Iturriaga

Ya por la madrugada del viernes, una vez formalizado el decreto de estado de emergencia, Iturriaga abandonó su oficina en el Campo Militar de La Reina para trasladarse a Zenteno 102, centro de operaciones del cuartel general de la guarnición. Desde ahí monitoreó los incidentes ocurridos esa madrugada en la Región Metropolitana.

Desde esa noche y en su calidad de jefe de la Defensa Nacional se ha hecho cargo de las vocerías. En su primera vocería de viernes dijo que aún era probable que se realizara el clásico del fútbol chileno que estaba programado para el domingo 20. “Solamente los eventos masivos, como puede ser un partido del fútbol, como el partido del domingo, que esperamos que se dé. Esperamos que sea un momento de alegría para el país y quizás podamos ver a un nuevo campeón”, dijo.

Pocas horas después, el sábado a mediodía, se descartaría la posibilidad de realizar ese evento deportivo masivo.

A raíz de esto, algunos destacaron la forma en que Iturriaga ha enfrentado una situación de emergencia con dichos que más parecen bromas, lo que contrasta con su imagen de militar duro y de pocas palabras, como ha sido definido.

Pese a la intención del viernes en la noche de poder tener un domingo normal, pasadas unas cuantas horas Iturriaga comenzó a sostener reuniones con los delegados de Carabineros, PDI, la Intendencia, del Ministerio de Transportes quienes le expusieron cuáles eran a esa hora los principales focos de convulsión en Santiago. Pero fueron antecedentes clasificados entregados por la inteligencia del Ejército y del gobierno (ANI) los que lo habrían llevado a sugerir el sábado por la tarde al Presidente Piñera la necesidad de decretar un toque de queda con el propósito de concentrar el trabajo de militares y policías en los principales disturbios y no verse sobrepasados, como ocurrió el viernes con los Carabineros.

Después de 30 años en que la Región Metropolitana no vivía un toque de queda, el general Iturriaga anunció que se restringía la libertad de tránsito desde las 22:00 horas y hasta las 7:00 AM. “Vayan y disfruten este sábado por la noche”.

Beatriz Sánchez y el Frente Amplio

Acompañada por el diputado del Frente Amplio por Arica, Vlado Mirosevic (Partido Liberal), Sánchez tomó un vuelo a las 6 de la mañana para alcanzar a participar de la primera reunión que la mesa nacional del Frente Amplio realizó sobre la crisis. Fue parte de la reunión y luego de eso, dio un punto de prensa donde analizó el estado de emergencia que se había decretado pasada la medianoche: "El gobierno renunció a la democracia", señaló.

Sin embargo, ese día, ya eran varios los parlamentarios oficialistas que habían emplazado al Frente Amplio a que condenaran la violencia que se había registrado en algunos puntos de la capital.

Durante la tarde del sábado, en tanto, varios dirigentes del bloque se dirigieron a diversos puntos de Santiago para manifestarse en las calles. El diputado Gabriel Boric (Convergencia Social) llegó hasta Plaza Italia en horas de la tarde e increpó a militares que estaban de guardia en el lugar, lo que quedó registrado por algunos canales de televisión.

“Tengo la convicción que lo que nos correspondía ayer era estar con el pueblo que se estaba manifestando”, dijo Boric el domingo en T13 sobre el hecho. En un panel en el que también estaba la presidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe y el senador Felipe Harboe (PPD), el diputado del Frente Amplio recibió la crítica del presidente de RN, Mario Desbordes: “Tú te das un ‘gustito’, te sientes el Ché Guevara. Lo que hiciste ayer no está validando la protesta pacífica”.

Por su parte, Sánchez asistió el sábado a la Plaza Ñuñoa para ser parte de la manifestación que se realizó el fin de semana. "En qué quedamos… hablan de dialogar, pero decretan toque de queda. Desde caceroleo en Pza Ñuñoa llamamos a tod@s a volver a casa, respetar toque, cuidarnos y comenzar el #CaceroleoEnTuCasa. La presión tendrá que seguir porque parece que solo así se escucha, poquito, a la gente", tuiteó Sánchez el sábado en la noche, minutos antes de que se decretara el primer toque de queda.

Karla Rubilar

La catástrofe que le cayó ese día encima al gobierno la dejó sin margen. Veía "la ciudad destruida". En la tarde estuvo con alcaldes de la Región Metropolitana y con Piñera, cuando se discutió decretar toque de queda, que terminó aplicándose esa misma noche.

Esa tarde decidió que no le quedaban opciones. Si renunciaba en pocos días más para ser candidata, nadie lo entendería. Además, asomaban nuevas dudas: ¿Qué tipo de campaña podría hacer en estas condiciones? ¿Quién querría reemplazarla ahora? Comenzó a colocar otro tono en sus vocerías, pidiendo "ayuda" y "paz" para Santiago. Se quedaría en su puesto. No le contó a nadie en su partido, ni a su presidente, Mario Desbordes. Solo lo conversó con su pareja, Christian Pino.

Manuel José Ossandón

La mañana del sábado, Manuel José Ossandón tenía previsto –junto a Andrés Allamand- hablar en un encuentro en el Hotel Fundador, ante un grupo de líderes y candidatos de Renovación Nacional, para luego iniciar una gira juntos a regiones.
Pero las circunstancias hicieron que a esa hora el senador estuviera en una tensa reunión en el Salón Montt Varas en La Moneda, convocada por el Presidente Piñera para abordar la crisis. Con rostros de preocupación, ahí estaba sentado en una gran mesa con todos los parlamentarios de Chile Vamos y ministros del gabinete.

Previo a la reunión, publicó el siguiente tuit, con video incluido, “Camino a La Moneda previo paso por algunos puntos de Santiago; pediré congelar las tarifas, lo mismo con la luz. Somos gobernantes, demos la cara, hagámonos cargo. El descontento es el símbolo de años de abusos, clasismo, ghettos, inequidad. La reacción es ahora, no mañana”.

Ya en Palacio, el ex edil de Puente Alto escuchó ansioso y esperó su turno: “Nosotros somos los que gobernamos y tenemos que dar la cara!”, dijo, alzando la voz el sábado durante la reunión que encabezó, pasadas las 14.00, el Presidente Sebastián Piñera.

La performance de Ossandón tensionó al máximo la reunión, porque el ex alcalde de Puente Alto continuó cuestionando a viva voz la manera en que La Moneda estaba enfrentando la crisis. El parlamentario apuntó sus dardos a los ministros de Hacienda, Felipe Larraín, y de Economía, y Juan Andrés Fontaine, por las declaraciones que habían emitido en los días previos, las que, a juicio del senador, reflejaban una “total desconexión” de la realidad. “De la calle -dijo- , de lo que está sintiendo la gente de Bajos Mena, en Puente Alto; de El Castillo, en la Pintana…”.

La ministra de Educación, Marcela Cubillos, sentada frente a él lo emplazó a ser “leal” con el gobierno, lo que generó el aplauso de algunos ministros y parlamentarios UDI quienes compartieron el diagnóstico de la secretaria de Estado.

Así, la reunión se tensionó y terminó con Piñera evidentemente molesto.

El senador, quien aspira a suceder a Piñera en La Moneda, salió y confirmó el episodio con Cubillos. Y fue más allá con sus cuestionamientos: “Si yo fuera Presidente” haría un cambio de gabinete. Su hermana, la diputada Ximena Ossandón, compartió apoyó el diagnóstico parada detrás suyo.

Alberto Espina

Entre sábado y domingo, el ministro Espina ha participado de las reuniones en las que se ha debatido los horarios para el toque de queda, así como la definición de las zonas donde habrá estado de emergencia.

El sábado, por ejemplo, llegó a primera hora a La Moneda para reunirse con Piñera y luego participó en la reunión que se sostuvo con todo el gabinete y parlamentarios de Chile Vamos. Luego participó en una reunión con el Presidente y los jefes de inteligencia de las FF.AA. Varias idas y venidas entre la Guarnición Militar de Santiago, La Moneda y el Ministerio de Defensa, ocuparon la tarde del sábado y del domingo, citas en las que se evaluó la posibilidad de decretar toque de queda además de la extensión del estado de emergencia en más zonas en las distintas regiones del país.

Domingo

Javier Iturriaga

El general realizó otro sobrevuelo. Fue hasta ahora la jornada más violenta de la que se tenga registro e Iturriaga pudo comprobarlo en el aire, pudiendo advertir cómo la ciudad aún emanaba vestigios de incendios en supermercados que trajeron consigo, además, las primeras víctimas fatales. Una de las mayores preocupaciones de Iturriaga, según dicen cercanos, ha sido que sus tropas no se excedan en la fuerza y ha limitado el uso de armas a casos extremos. Sabe de la mala reputación que goza el Ejército en sectores de la sociedad civil –es hijo de militar– que se ha encargado de recordarles a los soldados en las calles su cuestionado rol en el régimen militar.

Apenas supo esa jornada que durante la madrugada cinco militares se habían visto involucrados en un baleo a un vecino en Bajos de Mena, Puente Alto, requirió a sus asesores toda la información necesaria para poder tener la mayor cantidad de información posible para la vocería que tenía que realizar ese día. Los antecedentes preliminares lo calmaron. Habían videos que daban cuenta del uso de las armas de los uniformados como defensa ante un auto que participaba en un saqueo y que habría intentado atropellarlos. “Es un hecho lamentable, pero un hecho menor”, aseguró sobre el disparo que recibió Víctor Marileo, quien hoy está en riesgo vital hospitalizado en la Clínica Alemana.

Fue el propio general Iturriaga quien decidió que el toque de queda se adelantara ayer en la tarde. La idea era –como el día anterior- mantener a los funcionarios castrenses en las calles atentos a las “grandes contingencias” y resguardando lugares clave que –de ser atacados- generarían un caos peor en la capital: centrales eléctricas y recintos de los que depende la RM para servicios básicos como el agua potable. Aún así, en una segunda jornada de protestas, ni sus más de mil efectivos de distintas unidades de guarnición, ni Carabineros, ni la PDI, impidió la gran cantidad de supermercados que fueron quemados por manifestantes.

Louis de Grange

Era el set de Mesa Central de Canal 13. Afectado, con tono de discusión y a ratos con una voz temblorosa, De Grange intentaba explicar los daños que afectaron al eje del transporte capitalino. Los signos de cansancio eran evidentes en su rostro. El terno lo dejó de lado y lo cambió por la chaqueta roja con el logo de Metro.

“El diagnóstico es muy doloroso, muy destructivo. Es catastrófico”, decía por la mañana del domingo. Pero ese tono de desesperanza cambió con los pasos de las horas hasta llegar a estación San Pablo. Ahí se reunió con los vecinos. Con un poco de tierra en su cara, señaló que “estamos haciendo todo el esfuerzo y todo lo humanamente posible para reconstruir Metro y que vuelva a ser el mejor de Latinoamérica”

Karla Rubilar

En la mañana cortó por lo sano y le dijo al Presidente en Palacio que no iba a ser candidata a gobernadora. Fue un diálogo corto. De todos modos, no era fácil: a ella tampoco le acomoda que el discurso de su jefe y del ministro del Interior, se haya concentrado exclusivamente en balances, partes policiales y militares centrados en la "violencia" y el "vandalismo". Es la antítesis de lo que Rubilar ha hecho: ha sido una de las pocas autoridades que ha reconocido que todo lo que está pasando es consecuencia de un problema de fondo y que el gobierno no vio venir.

En algunos escritorios de La Moneda quieren que, por eso mismo, Rubilar suma una vocería más protagónica, en contraste con el discreto rol que ha tenido la ministra del ramo, Cecilia Pérez; ésta solo apareció ayer, dando entrevistas en canales de televisión en las que estuvo lejos de hacer una autocrítica, ni menos al nivel de Rubilar. En la Segegob dicen que estuvo fuera de radar por "una decisión estratégica" y porque estaba dedicada a coordinar las intervenciones de los otros ministros, intendentes y jefes de Defensa.

Así como a varios parlamentarios y dirigentes gobiernistas, a Rubilar tampoco le gustó que Piñera dijera anoche que "estamos en una guerra". Su lealtad con él le impide criticarlo, pero cuando le preguntaron esta mañana si "¿Estamos en guerra, intendenta, como dijo el Presidente?", ella contestó:

"La palabra de hoy día, y contestando la pregunta que usted me hace, es reconstrucción. Si el país está en algo, está en reconstrucción. Está en reconstrucción de las confianzas, está en reconstrucción de la ciudad. Y eso es con lo que nos tenemos que quedar. Estamos bastante emocionados con cómo se han comportado nuestros vecinos de Santiago; estamos convencidos que nuestro país, en las situaciones de crisis, saca lo mejor de las personas".

Lunes

Gloria Hutt

Anoche solo durmió una hora. A las 4 am comenzó a coordinar el transporte público adicional luego de que el viernes se cerrara la línea del metro. Quienes la conocen, aseguran que Hutt no tiene mucho tiempo. No solamente explotó esta crisis para su ministerio, sino que desde hace meses su marido, Felipe Cossio, con quien tiene tres hijos, se encuentra internado en el Hospital Militar. Así, su día se divide entre La Moneda, el ministerio, la oficina del Transantiago y el hospital.

Visiblemente agotada por la situación, Hutt ha tomado algunas medidas para resguardarse ante la crisis: hizo privada su cuenta de Instagram y desde hace cinco días no comenta nada a través de twitter. Desde que estalló la evasión masiva del Metro, Hutt, pasó de ser una de las ministras mejor evaluadas del Gobierno a una de las secretarias de Estado que están en la mira ante un eventual cambio de gabinete.
De todas maneras, quienes trabajan cerca de ella le reconocen su optimismo, algo que ha buscado transmitir en sus declaraciones públicas: “Me casé a los 21 y un año después a mi marido le dio cáncer. Desde entonces tengo claro que no hay que planificar demasiado y que se deben poner las energías en objetivos definidos, porque o si no se corre el riesgo de desviar las elecciones de la tarea principal. Ahora, lo que me interesa es sacar adelante nuestro proyecto para el Ministerio de Transportes”, señalaba.

Javier Iturriaga

Este lunes por la mañana, con una noche mucho más calma que la anterior, con un llamado a la normalidad en el funcionamiento de la ciudad después de las declaraciones de anoche del Presidente Sebastián Piñera, quien sostuvo que “estamos en guerra”, el general Iturrieta volvió a ser noticia. Esta vez no por el balance del estado de emergencia, sino por una de sus respuestas. Consultado por los dichos del Presidente, el jefe de la Defensa aseguró: “yo soy un hombre feliz, la verdad es que no estoy en guerra con nadie”.

Andrés Chadwick

“Ya vendrán los tiempos de evaluaciones”, repiten en coro en la derecha al hablar del ministro del Interior.

En La Moneda reconocen que el hombre fuerte del Presidente a se ha visto “errático”. Sin embargo, en Chile Vamos nadie se atreve a cuestionar su rol públicamente, ni tampoco a pedir su salida. “La prioridad ahora es salir de la crisis y volver a la normalidad. Ya vendrán los tiempos de evaluaciones”, repiten.

En todo caso, son varias las fuentes de gobierno que dicen que Chadwick siempre ha transmitido que, cuando se vuelva “una carga” para el Presidente, pondrá su cargo a disposición, pero que ahora ven al ministro cien por ciento enfocado en superar la crisis y trabajando en “complicidad” con Piñera.

Con el mismo énfasis, en La Moneda afirman que el titular del Interior y Piñera están unidos, y que una señal de eso fue que Chadwick fue el único ministro ayer que participó de la reunión con los otros poderes del Estado y que, además, estuvo en el punto de prensa en conjunto. “Es una señal de respaldo”, dicen.

En la UDI lo defienden: dicen que la escasa presencia pública del ministro en las primeras horas del estallido social se habría debido a que estaba "concentrado en el trabajo administrativo de los decretos".

No obstante, en la directiva, afirman las mismas fuentes, están conscientes de que los hechos ameritan un cambio de gabinete.

Manuel José Ossandón

Hoy lunes, Ossandón salió a recorrer las calles de Puente Alto y habló con locatarios y vecinos afectados por la violencia. También continuó cuestionando el accionar del Presidente Piñera: "Apoyemos a los que están recuperando el orden, qué duda cabe. Y mano dura a los vándalos, hay que defender a la gente". Además, publicó en Twitter la rueda de prensa del general Iturriaga con la lectura: “Yo no estoy en guerra con nadie”.

Luego agregó en la misma red social: “La guerra hay que dársela a las pensiones, a nuestro trabajo político deficiente, a la inequidad, a los abusos, a la colusión. Estoy seguro que podemos”.

“Con un sentimiento de impotencia tremendo, recorrí parte de mi circunscripción porque tenía que ver en terreno que las manifestaciones sociales no eran sólo delincuencia, que había un mensaje atrás y que creo pude representar bien en todas mi críticas a la clase política”, señala el senador a La Tercera PM.

Beatriz Sánchez y Frente Amplio

"Dimos jugo". Eso repitieron hoy, en privado, varios diputados del Frente Amplio sobre el episodio que vivió el bloque ayer en la sesión especial donde se votó a favor del proyecto que detuvo el alza del pasaje del Metro.

Una gran parte de la bancada frenteamplista llegó a la sesión con la convicción de que no había que votar el proyecto del gobierno, de pedir que se diera la posibilidad de hacer un debate antes de votar y también, que se permitiera presentar un proyecto de resolución. Sin embargo, en la reunión de todos los comités con representación en la Cámara, el oficialismo solo había dado el acuerdo para que existieran intervenciones de los diputados.

Pablo Vidal (RD), Tomás Hirsch (PH) y Diego Ibañez (CS) son los diputados jefes de comité del Frente Amplio que participaron de esa reunión. Ya con eso acordado, los parlamentarios del Frente Amplio entraron a la Sala y cuando algunos se dieron cuenta que no iban a poder presentar el proyecto de acuerdo, vino la intervención del diputado Jorge Brito (RD) que sorprendió a varios: "Nos vamos de la Sala", dijo.

Ahí, varios diputados del FA se retiraron de la sala. Mientras otros, sorprendidos, salieron a preguntar qué pasaba. Luego de eso, ya afuera, en la sala de comité del conglomerado se acordó que, dado que se iba a poder debatir sobre el proyecto de ley, se volvía a entrar a la Sala, pero que no se votaría el proyecto: ni siquiera abstención, no se votaría.

Enterada de lo que estaba ocurriendo, Sánchez agarró su celular y comenzó a llamar a diputados de Convergencia Social. El mensaje era uno: votar a favor del proyecto del gobierno. Según cuentan cercanos a la excandidata presidencial, el análisis que se hizo fue que, si el FA en ese momento votaba en contra, se iba a ver muy mal hacia la opinión pública. En paralelo, el ex presidente de RD, Sebastián Depolo, llamó a los parlamentarios de su partido para transmitir el mismo mensaje.

Hoy, en tanto, parlamentarios del FA, reconocieron en privado los llamados de Sánchez, pero desmintieron que ella haya influido en la decisión. “Fue decisión de las y los parlamentarios”, dijo Yeomans.

El proyecto del gobierno dividió al FA pero principalmente a RD. Según afirman varios diputados, estaban por votar el proyecto los diputados Vidal y Miguel Crispi (RD). Los diputados de RD, Giorgio Jackson, Jorge Brito, Natalia Castillo y Maite Orsini, en tanto, estaban por rechazarlo. Luego de la votación, incluso, algunos diputados recriminaron al jefe de bancada lo que acordó en la reunión de comité. "Cuatro minutos antes de la votación empezaron a decir que ahora querían votar a favor, no sé qué. Dicen que recibieron llamados de la comisión política del partido, de Beatriz Sánchez. A mi me pareció una actitud irresponsable e infantil estar cambiando a último minuto una decisión tomada como bancada completa. Esa no es la forma seria de hacer política, además dejamos clavados al PC que se había sumado a esto", comentó hoy el diputado Hirsch (PH) quien no votó el proyecto, ni tampoco su comité.

Hoy en tanto, Sánchez declaró en radio Cooperativa: "La seguridad es importante y preferiría que fuera sin militares". A la misma hora de esa entrevista, pero en Radio T13, Carlos Ruiz -catalogado como uno de los ideólogos del Frente Amplio- declaraba: "Ellos tienen que hacer su pega, no andar de selfies en este rato en la calle. Eso es lo que necesitamos".