Presentado por: Universidad Católica Silva Henríquez

La importancia de los jóvenes en el proceso constituyente


Una mirada de la Universidad Católica Silva Henríquez.

El uso de redes sociales para influir en la agenda política, las performances o expresiones artísticas para movilizar a la opinión pública además de las cicletadas, son algunas de las formas en que los jóvenes se han hecho presente en el acual proceso constituyente.

Por: Texto: Lisette Ávila
Fotografías: Pablo Sanhueza

La participación de los jóvenes en los cambios sociales del país ha existido desde principio del siglo pasado. De esta forma en los años 20 y 30 surgieron, en los centros de estudios, liderazgos que se materializaron en la formación, por ejemplo, de partidos políticos; luego en los 60, los movimientos juveniles lucharon por las transformaciones estructurales del país; y tras el Golpe Militar de 1973 siguieron expresándose a través de la cultura, logrando reactivar posteriormente su participación política.

Sobre ello, Víctor Muñoz Tamayo, director del Centro de Investigaciones en Ciencias Sociales y Juventud (CISJU) de la Universidad Católica Silva Henríquez, asegura que “los jóvenes siempre se han involucrado en los procesos políticos, incluso cuando la política ha estado prohibida y ha sido peligroso participar en ella”.

Víctor Muñoz Tamayo, director del Centro de Investigaciones en Ciencias Sociales y Juventud (CISJU) de la Universidad Católica Silva Henríquez.

“Los jóvenes siempre se han involucrado en los procesos políticos, incluso cuando la política ha estado prohibida y ha sido peligroso participar en ella”.

Víctor Muñoz Tamayo, director del Centro de Investigaciones en Ciencias Sociales y Juventud (CISJU) de la Universidad Católica Silva Henríquez.

Durante la última década, la presencia de los jóvenes en la agenda pública  se ha centrado en el problema de la educación, logrando posicionarse mediáticamente a través de hechos como: el ‘Mochilazo’ (2000), movilización que cuestionó la gestión privada del pase escolar, así como el manejo del transporte para los estudiantes; y la ‘Revolución de los Pingüinos’ (2006), movimiento de estudiantes de secundaria que incoporó el tema de las desigualdades educativas en el debate público.

Al respecto, Rodrigo Torres, Doctor en Ciencias Políticas e Investigador del Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Juventud (CISJU) de la Universidad Católica Silva Henríquez, argumenta que: “Consecuentemente, debemos destacar el masivo movimiento estudiantil de 2011, el que cuestionó al sistema educacional exigiendo la gratuidad y calidad en la educación superior, así como el fin del lucro en las instituciones de educación, generando importantes transformaciones a nivel de partidos y coaliciones políticas”.

Rodrigo Torres, Doctor en Ciencias Políticas e Investigador del Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Juventud (CISJU) de la Universidad Católica Silva Henríquez.

Consecuentemente, debemos destacar el masivo movimiento estudiantil de 2011, el que cuestionó al sistema educacional exigiendo la gratuidad y calidad en la educación superior, así como el fin del lucro en las instituciones de educación, generando importantes transformaciones a nivel de partidos y coaliciones políticas

Rodrigo Torres, Doctor en Ciencias Políticas e Investigador del Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Juventud (CISJU) de la Universidad Católica Silva Henríquez.

Una  participación que ha mutado a formas no tradicionales, según explica Camila Ponce, Directora del Doctorado en Ciencias Sociales, mención en Juventud de la Universidad Católica Silva Henríquez, quien señala que: “Medir la participación de los jóvenes solo por el voto electoral es una mirada limitada de las múltiples formas en que tienden a hacerse presente en la sociedad. Ellos no solo lo hacen mediante el voto, sino también expresando su opinión en redes sociales, en cicletadas y en los cacerolazos contra la violencia de género”.

Camila Ponce, Directora del Doctorado en Ciencias Sociales, mención en Juventud de la Universidad Católica Silva Henríquez.

Medir la participación de los jóvenes solo por el voto electoral es una mirada limitada de las múltiples formas en que tienden a hacerse presente en la sociedad. Ellos no solo lo hacen mediante el voto, sino también expresando su opinión en redes sociales, en cicletadas y en los cacerolazos contra la violencia de género

Camila Ponce, Directora del Doctorado en Ciencias Sociales, mención en Juventud de la Universidad Católica Silva Henríquez.

Portavoces de la ciudadanía

Sobre el actual proceso constituyente y la participación de los jóvenes en él, Víctor Muñoz sostiene que los jóvenes estuvieron en las protestas y en el debate social que abrió el camino a la posibilidad de cambiar la Constitución. “Muchos de ellos estarán también presentes votando el 25 de octubre y probablemente seguirán generando alternativas para mejorar la calidad de la democracia en Chile”, dice. Y agrega que: “Un elemento pendiente e importante para discutir en el corto plazo es la baja en la edad requerida para votar. Hoy nada justifica que muchachos y muchachas de 16 y 17 años, que fueron claves en abrir el proceso constituyente, no puedan sufragar en los próximos comicios”.

Sobre la masiva participación de las juventudes durante el estallido social, Rodrigo Torres señala que esas protestas le demostraron a la clase política el profundo deseo de transformaciones sociales. “Por eso, espero que participen de forma activa en el plebiscito, ya que fueron unos los principales actores sociales en permitir que hoy estemos viviendo este proceso”.

El académico además señala que, si existe una importante asistencia juvenil en los comicios, es necesario evitar lecturas sobre un reencantamiento de ellos con la política tradicional.  “Es un tipo de interpretación que muchas veces abunda en el ámbito de la clase política. A mi parecer, ellos son conscientes de la gran relevancia del proceso que se vive actualmente en Chile, y recoge, en parte, debates que la juventud ha puesto en la opinión pública. Sin embargo, continuarán con sus lógicas propias de interés, organización e involucramiento en el ámbito social y político, lo que no se reduce solamente a un voto”. 

La importancia del voto de los jóvenes en el proceso constituyente -señalan los expertos- se relaciona a que, en caso de aprobarse la nueva constitución, les afectará directamente, como les ha marcado la Constitución de 1980.

“Derechos básicos como la educación, el agua o la vivienda, no están en la constitución actual. Por lo tanto, su participación en el proceso, y su discusión con pares y adultos, es central”, dice Ponce.

Un diálogo social y constructivo que se construye tanto en la escuela como en la universidad, espacios donde los jóvenes -dicen los académicos- se forman y sociabilizan no solo en normas, valores y herramientas para la vida adulta, sino también en formas de hacer e interpretar la política.

“En ese sentido, el rol de nosotros como docentes es hacerlos reflexionar sobre sus propias historias familiares, la sociedad actual, como también el proceso en el cual nos encontramos para comprender y ser parte de las transformaciones del Chile actual”, cierra Camila Ponce.

Derechos básicos como la educación, el agua o la vivienda, no están en la constitución actual. Por lo tanto, su participación en el proceso, y su discusión con pares y adultos, es central

Camila Ponce, Directora del Doctorado en Ciencias Sociales, mención en Juventud de la Universidad Católica Silva Henríquez.