El negociador palestino Nabeel Shaath es un veterano de la política en Medio Oriente. No solo fue el último canciller de Yasser Arafat y luego primer ministro bajo el gobierno de Mahmoud Abbas en 2005, sino que también sostiene que fue profesor del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

“Yo fui su profesor en la universidad. Fue un estudiante en la Escuela Wharton en Filadelfia y yo le enseñé. Yo no le enseñé, eso sí, nada de morales, ni política internacional, solo le enseñé finanzas y economía. Y en ese sentido lo hizo bien. Aunque perdió toda su plata seis veces. De todas formas, al margen de que fuera mi estudiante, no era sobresaliente”, cuenta en conversación con La Tercera, en un hotel en Ramala. “Yo veo que él no puede ser una parte de la solución de este problema, sino que es una parte del problema”, añade en referencia al rol del mandatario norteamericano en el conflicto entre palestinos e israelíes.

Para Shaath, de 81 años, Trump “habla de una solución en este conflicto, aunque en sus acciones sigue apoyando a la ocupación israelí”. “Él no quiere que ningún refugiado palestino vuelva a su país y anunció que iba a dar por terminado su apoyo financiero a la agencia de refugiados palestinos. Y él no se opone a la construcción de asentamientos en territorios palestinos, no quiere un Estado palestino, quiere la auto gobernanza en los territorios. Nosotros no aceptamos al señor Trump ni a sus soluciones”, agrega.

Shaath tenía 11 años cuando conoció a Yasser Arafat, quien por entonces lo doblaba en edad. “Me impresionó mucho cuando lo conocí, tenía una gran personalidad. Era como un padre”, cuenta Shaath, quien acompañó al fallecido líder palestino desde fines de los 70.

“No era el luchador que usaba un arma, pero era un combatiente que lideró a los palestinos en momentos muy difíciles. Pero el ambiente en el que se desarrollaron los hechos es muy determinante respecto de lo que puede hacer un líder. Hemos pasado mucho tiempo desde 1991 hasta ahora. Después del colapso de la Unión Soviética, Estados Unidos gobernó solo el mundo y Estados Unidos es el aliado más cercano de Israel y, por lo tanto, incluso si un nuevo líder llega, como Abu Masen (Mahmoud Abbas) o si Arafat se hubiera quedado, de todas formas hubiera enfrentado momentos muy difíciles”, explica.

“Quizás Arafat continuaría la unidad palestina. Esto es algo que perdimos y que Arafat no habría perdido. Él habría ido a Gaza inmediatamente y se habría queda ahí hasta que se hubiera restaurado la unidad”, plantea, respecto de que en Cisjordania gobierna Al Fatah, mientras que en la Franja de Gaza lo hace el grupo radical Hamas.

“Pero de todos modos, Abbas tiene liderazgo. Él ha construido una economía palestina, ha construido una causa palestina en todo el mundo. Él está luchando ahora, enfrentándose a Trump, a Netanyahu, en momentos difíciles. Pero los tiempos están cambiando. Soy un optimista. Creo que el mundo se encuentra en un momento en el que hay muchos países importantes, no solo Estados Unidos”, concluye.