Organización de la República

Tras la abdicación de O'Higgins surgió un nuevo período en la historia nacional, caracterizado por los intentos de la clase dirigente por ordenar la administración del gobierno.


Ramón Freire asumió como
director supremo en 1823.

Al asumir la nueva Junta (1823), Concepción se sintió apartada de la administración del país, por lo que sus tropas, comandadas por Ramón Freire, marcharon hacia la capital. Al llegar, Freire obligó a la Junta a aceptar la convocatoria de un Congreso con representantes de las tres provincias (Santiago, Concepción y Coquimbo). Este congreso, en un acuerdo unánime, lo nombró director supremo provisional (abril de 1823).

Durante el período de Freire, se abolió definitivamente la esclavitud y se convocó a elecciones para formar un Congreso Constituyente, que aprobó su nombramiento como director supremo (por un plazo de tres años) y que promulgó la Constitución de 1823 - redactada por Juan Egaña, la que se derogó en julio de 1824 por ser muy difícil de aplicar debido a que, entre otras características, pretendía regular la vida privada de los ciudadanos.

En 1824, se eligieron nuevos integrantes del Congreso, pero al no dictar una Constitución que reemplazara a la de Egaña, Ramón Freire lo disolvió en mayo de 1825, apoyado por la mayoría de los ciudadanos.

Problemas económicos

En 1823, se ahondó la crisis financiera que sufría el país desde la guerra por la Independencia.
Además de tener problemas para pagar a los funcionarios públicos y a las fuerzas armadas, el gobierno era incapaz de cancelar las cuotas del préstamo que O'Higgins pidió a Inglaterra durante su mandato.

Ante este panorama, Freire decidió entregar en concesión -durante diez años- el estanco de las ventas de productos como tabaco, naipes y licores que pertenecía el Estado. La asignación la ganó -en agosto de 1824- la sociedad conformada por los comerciantes Diego Portales, José Manuel Cea y otros, quienes, a cambio, debían hacerse cargo de la deuda nacional.

La licitación resultó ser un pésimo negocio para la empresa, ya que el contrabando de las especies que se encontraban estancadas y la corrupción de algunos funcionarios públicos provocaron la disminución de las ventas pronosticadas. Finalmente, la firma quebró en 1826 y el estanco volvió al fisco.

El ensayo federal


Luego de la renuncia de
Ramón Freire, el Congreso
designó a Manuel Blanco
Encalada como presidente
de la República, siendo la
primera autoridad con
ese título en Chile.

La tendencia federalista ganó las elecciones realizadas en julio de 1826. De esta manera, se organiza un nuevo Congreso Constituyente, conformado, mayoritariamente, por federalistas. Ante esto, Ramón Freire renunció y la nueva asamblea nombró como presidente de la República (el primero con ese título) a Manuel Blanco Encalada.

Este estuvo asesorado por José Manuel Infante y el clérigo José Ignacio Cienfuegos, quienes dictaron rápidamente leyes para establecer el modelo federalista. Entre estas medidas destacaron la división del país en ocho provincias (Coquimbo, Aconcagua, Santiago, Colchagua, Maule, Concepción, Valdivia y Chiloé) y elección por votación popular de todas las autoridades.

Escándalos y revueltas


En septiembre de 1826, la crisis financiera aún no mermaba y el presidente Blanco Encalada prefirió dejar su cargo. Lo reemplazó su vicepresidente, Agustín de Eyzaguirre, quien se enfrentó con los problemas de sueldos impagos de los funcionarios del Estado y del ejército, llegando estos últimos a amotinarse para manifestar su molestia.



Agustín Eyzaguirre.

Sumado a lo anterior, el nuevo modelo gubernativo causaba problemas en los límites de las provincias y en las elecciones de los párrocos, generando un caos total en el país. Bajo este ambiente, los federalistas más radicales -comandados por Enrique Campino- intentaron dar un golpe de Estado en enero de 1827, entrando al Congreso y tomando prisioneros a los diputados conservadores (pelucones) y a los estanqueros.

De todos modos, la victoria de los federalistas exaltados fue breve, ya que desde la prisión, Portales instó al mayor Nicolás Maruri a organizar una contrarrevolución, que venció y encarceló a
Campino y a sus aliados. El Congreso fue restablecido y se nombró provisionalmente a Ramón Freire como presidente, siendo sustituido luego por Francisco Antonio Pinto (mayo de 1827), quien se encargó de suspender las leyes federales.

Constitución liberal de 1828

Para reorganizar el Estado, durante los primeros días de enero de 1828 se convocó a elecciones de un nuevo Congreso Constituyente. El bando triunfador de los sufragios fue el liberal, que recibió el apoyo de los pipiolos y los federalistas.

La nueva Constitución que se dictó en 1828 (redactada por José Joaquín de Mora) estipuló la elección de un presidente y un vicepresidente, más un poder legislativo bicameral y uno judicial en manos de la Corte Suprema.

Aprobado el nuevo reglamento, se llamó a elecciones en 1829. Los bandos que disputaron los comicios fueron el constitucionalista (liberales, pipiolos y federalistas) y el opositor, en que primaban los pelucones, los O’Higginistas y los estanqueros. Las votaciones fueron intervenidas por los liberales, quienes lograron que ganara su candidato, Francisco Antonio Pinto (julio 1829). Sin embargo, el electo presidente se negó a asumir (por su avanzada edad y problemas de salud), por lo cual el Congreso decidió que su puesto lo ocupara el liberal Joaquín Vicuña, a quien se había asignado el cargo de vicepresidente (a pesar de terminar cuarto en los comicios).

Conflictos Internos entre 1829 y 1830



Luego de la renuncia de Ramón
Freire, el Congreso designó a
Manuel Blanco Encalada como
presidente de la República,
siendo la primera autoridad
con ese título en Chile.

El 7 de noviembre un cabildo abierto decidió deponer a Vicuña y designar una Junta con el objetivo de convocar a nuevas elecciones. Las provincias de Concepción, Colchagua y Aconcagua desconocieron al nuevo gobierno y el ejército del sur avanzó hacia Santiago. Así se produjo el inevitable enfrentamiento en Ochagavía (14 de diciembre de 1829), sin dejar un claro vencedor.
Se acordó un armisticio, quedando ambos ejércitos y el mando de la nación en las manos de Ramón Freire, mientras se reunía un congreso de plenipotenciarios, integrado por representantes de todas las provincias. En la asamblea se decidió nombrar una nueva Junta, que quedó constituida por tres conservadores y, además, se acordó destituir a Freire (febrero de 1830) y nombrar presidente a Francisco Ruiz-Tagle. Pero este, ante las presiones de los estanqueros, dejó su cargo a José Tomás Ovalle, quien dio a Portales el cargo de ministro del Interior.

Al estar apartados de la agrupación gubernamental, los liberales y los partidarios de Freire se unieron para enfrentar a las fuerzas conservadoras (comandadas por Prieto) en la batalla de Lircay (abril de 1830). En esta, las tropas de Freire fueron derrotadas, dejando en manos peluconas el poder del país.

 

Incorporación de Chiloé


En 1824, Chiloé aún se encontraba en manos de los españoles. Su gobernador, Antonio Quintanilla, poseía un ejército que bordeaba los 2.000 hombres y estaba esperando un momento oportuno para atacar a los chilenos. Tras un intento fallido en 1824, Ramón Freire encabezó las huestes que viajaron a principios de 1826 a Chiloé para anexar ese territorio al dominio nacional.
La expedición resultó ser un éxito, ya que las fuerzas patriotas obtuvieron sendas victorias en Pudeto y Bellavista, logrando apropiarse del archipiélago gracias al tratado de Tantauco (enero
de 1826).

Grupos de opinión política


En esta época todavía no había partidos políticos, pero la ciudadanía se agrupó en torno a ciertos sectores ideológicos.
- Pelucones o conservadores: representantes de la aristocracia y acérrimos católicos.
- Liberales: deseaban introducir reformas que impulsaran la economía y las libertades personales.
- Pipiolos: querían establecer una democracia inspirada en los ideales de la Revolución Francesa.
- Federalistas: pretendían instaurar el sistema que rige en Estados Unidos.
- O'Higginistas: querían que el ex director supremo volviera al poder.
- Estanqueros: deseaban un gobierno fuerte, centralizado y efi ciente.

Resumen de la Organización de La República


Incorporación de Chiloé En 1824, Chiloé aún se encontraba en manos de los españoles. Su gobernador, Antonio Quintanilla, poseía un ejército que bordeaba los 2.000 hombres y estaba esperando un momento oportuno para atacar a los chilenos. Tras un intento fallido en 1824, Ramón Freire encabezó las huestes que viajaron a principios de 1826 a Chiloé para anexar ese territorio al dominio nacional. La expedición resultó ser un éxito, ya que las fuerzas patriotas obtuvieron sendas victorias en Pudeto y Bellavista, logrando apropiarse del archipiélago gracias al tratado de Tantauco (enero de 1826). .


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