Gobierno de Pedro Montt (1906-1910)

Estuvo marcado por las grandes celebraciones que se hicieron para los cien años de la Independencia de Chile y por la realización de importantes obras públicas.

Pedro Montt asumió la presidencia trayendo consigo una vasta experiencia política. Por ello, se esperaba que su gobierno recuperara el orden y el progreso que se habían perdido en los últimos años. Sin embargo, no tuvo éxito, ya que se autoimpuso un excesivo trabajo, lo que finalmente afectó su salud. Además, el Senado no confiaba en él y los representantes de la Cámara de Diputados se caracterizaban por su indisciplina.

Lo primero que hizo a su llegada fue iniciar la reconstrucción de Valparaíso y ayudar a los damnificados del terremoto, que ocurrió solo un mes antes del cambio de mando. Repuso el alcantarillado, las redes de agua, arregló puentes y caminos y servicios públicos.

Luego su gobierno se encargó de llevar a cabo la construcción del ferrocarril de Ancud a Castro, de la línea longitudinal que uniría el país desde Tacna a Puerto Montt, inaugurar el ferrocarril Trasandino (1910) e iniciar las obras del puerto de Valparaíso. Además, se terminaron la Escuela y Museo de Bellas Artes, la Escuela Normal de Preceptores de La Serena, la Escuela de Farmacia, el Instituto Comercial y el de Educación Física y la Escuela Comercial de Talcahuano (1908).

El centenario de la República de Chile

El escenario no era el más indicado para celebrar con tanta pomposidad el centenario de la independencia de nuestro país, ya que la oligarquía desconocía todos los problemas que tenían el proletariado y la naciente clase media.
Sin embargo, igual se festejaron los 100 años de Chile, pero como el presidente Pedro Montt había fallecido hacía un mes en Alemania, las celebraciones las encabezó el vicepresidente Emiliano Figueroa. Para este evento, vinieron varios representantes de países americanos y se realizaron desfiles en que se presentaron militares chilenos y argentinos (una delegación que viajó especialmente).
Además, se realizó el tedeum en la catedral de Santiago, que reunió a tal cantidad de gente que la Plaza de Armas estaba copada. También se organizaron concursos literarios y artísticos, y exposiciones de arte y agricultura.