Gobierno de José Joaquín Prieto

José Joaquín Prieto restableció el orden público, y en economía, gracias el descubrimiento de la mina de plata de Chañarcillo, pudo mitigar la deuda fiscal.

Reordenamiento político


José Joaquín Prieto, presidente
de la República desde
1831 a 1841.

El primer objetivo de Prieto fue restaurar el orden en el país. Para ello, designó como ministro del Interior a Joaquín Tocornal y le encargó acabar con las ataques de los bandidos que asolaban la zona precordillerana de Chillán, encabezados por los hermanos Pablo y José Antonio Pincheira. Más tarde, y también con el fin de mantener el orden público, se dio de baja a oficiales y soldados que no demostraron una clara lealtad al gobierno.

En el sector económico, el ministro de Hacienda, Manuel Rengifo, adoptó importantes medidas para la reactivación de la economía. Algunas de ellas fueron: suprimir los impuestos que gravaban casi toda la producción agrícola e industrial (lo que encarecía el precio de los productos), reapertura de los almacenes de depósitos en Valparaíso (favoreciendo el comercio exterior), eliminación
de los derechos de tránsito (pago aduanero por circular) y otros impuestos

En este mismo contexto, también ese año se promulgó una nueva ley de Aduanas, la que estimuló el trabajo científico, cultural y tecnológico del país, ya que se liberó del pago de derechos de
internación a todos los elementos que contribuyeran al progreso nacional, tales como maquinarias, instrumental mecánico, libros y artículos de imprenta.

También se establecieron nuevos aranceles para las importaciones y exportaciones, y se fundó la Sociedad Nacional de Agricultura (1838).

Por otra parte, con el descubrimiento de la mina de plata de Chañarcillo, en 1832, se pudo paliar la deuda fiscal e impulsar la construcción de edificaciones urbanas.

En educación, se modificó completamente la planta y organización interna del Instituto Nacional, contratando a extranjeros como Claudio Gay y Andrés Bello. En 1833, se fundaron las primeras escuelas de Medicina y de Farmacia y luego, al año siguiente, la de Obstetricia.

En materia de salud, se crearon las juntas de beneficencia y salud pública, donde trabajaron Lorenzo Sazié y Guillermo Blest.


Constitución de 1833


La Constitución de 1833
estipulaba que el Congreso
estaría compuesto de dos
cámaras, la del Senado
y la de Diputados.

Promulgada el 25 de mayo de 1833, fue uno de los principales logros del gobierno de Prieto, ya que asentó las bases políticas por las cuales Chile se rigió por casi 100 años. Para ello, el Congreso eligió una "Gran Convención" formada por 17 diputados y una veintena de ciudadanos de reconocida honorabilidad.

La Convención nombró a la comisión que tuvo a su cargo la redacción del proyecto, y que estuvo integrada por siete miembros, entre los cuales se encontraban Mariano Egaña y Manuel José Gandarillas, el primero de tendencia autoritaria y el segundo, liberal.

Esta Constitución establecía la independencia entre el Ejecutivo y el Legislativo. El primero podía nombrar y remover a sus ministros, y el segundo, podía acusar y censurar a estos. Además de vetar la ley de presupuestos y contribuciones y autorizar al Ejecutivo el uso de facultades extraordinarias en caso de guerra o conmoción interna, pudiendo decretar estado de sitio en uno o varios lugares del país, con acuerdo del Consejo de Estado. El Congreso estaba compuesto por dos cámaras, la de Diputados y el Senado.

El presidente de la República duraba cinco años en el cargo y podía ser reelecto una vez más por el mismo período. Si ninguno de los candidatos tenía la mayoría absoluta, el Congreso elegía al nuevo mandatario por votación secreta entre las dos personas con mayor número de sufragios.

También se dispuso que la religión católica, apostólica y romana fuese la oficial de la República, con exclusión del ejercicio público de cualquier otra.

Se estableció que el Consejo de Estado estaba conformado por los ministros, dos miembros de las cortes de justicia, un eclesiástico, un general de ejército, un jefe de oficina de Hacienda, dos personas que hubiesen sido ministros de Estado y dos individuos que también hubiesen ocupado el cargo de intendente, gobernador o alcalde. Dichos miembros examinaban los proyectos que el Ejecutivo enviaba al Congreso, formaban las ternas para proveer los cargos de jueces y ministros de los tribunales, y resolvían los litigios en que era parte el fisco, entre otras cosas.

Además, quedó definido que el territorio chileno se dividía en provincias, departamentos, subdelegaciones y distritos, a cargo de intendentes, gobernadores e inspectores. En cada departamento había una municipalidad compuesta de alcaldes y regidores.

Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana (1836-1839)

Tal como lo permitía la nueva constitución, José Joaquín Prieto fue reelegido por un nuevo mandato, entre 1836 y 1841.

Este período estuvo marcado por la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, que se extendió hasta 1839.

Durante casi una década, Chile y Perú tuvieron varios conflictos que terminaron en un enfrentamiento armado. Algunos de los antecedentes que determinaron el inicio de la guerra fueron los siguientes:

- Perú le debía a Chile un millón y medio de pesos (más los intereses) que este le había cedido del empréstito contratado por Antonio José de Irisarri en los tiempos de la Independencia. Adeudaba también los gastos originados por la Expedición Libertadora.

- Desde 1824, el gobierno peruano había aumentado los derechos aduaneros a los productos agrícolas chilenos como el trigo. Chile, por su parte, hacía igual cosa con el azúcar peruano.
A su vez, con los almacenes de depósitos, Valparaíso se había convertido en el centro comercial del Pacífico. Perú quiso revertir esta situación y favorecer a su puerto, Callao, para lo cual agregó
impuestos adicionales a las mercancías que provenían desde Valparaíso.

- En 1825 fue creada la República de Bolivia, independiente de Argentina y del Perú, a los que había pertenecido antes de la independencia. El presidente boliviano Andrés de Santa Cruz quiso
volver a unir a su país con Perú. Así, y aprovechando la anarquía interna en el Perú, este ganó adeptos y terminó por derrotar a Felipe Santiago Salaverry y Agustín Gamarra, lo que facilitó
sus planes.
De esta manera, logró proclamar la unión de ambas naciones en la Confederación Perú-Boliviana, de la cual se autonombró su Gran Protector.

Después de lograr ese objetivo, convenció a Ramón Freire (que en ese momento estaba exiliado en Perú después de Lircay) para que organizara una escuadra y atacaran a Chile, pero este intento fracasó.

Portales pasó a la ofensiva y ordenó a Victorino Garrido que ejecutara un ataque contra la escuadra peruana que estaba fondeada en el Callao.

Pese a su inferioridad, la flota chilena logró capturar a la mayoría de los barcos peruanos. Ante esta situación, la Confederación pidió una tregua e intentó negociar pacíficamente, pero el gobierno chileno se negó y envió a Mariano Egaña a exigirle a Santa Cruz que pagara la deuda pendiente y también que disolviera la Confederación.

Como este se rehusó, Egaña dio por declarada la guerra el 28 de diciembre de 1836.
En Chile, el gobierno estableció estado de sitio y el Congreso dotó de facultades extraordinarias al Ejecutivo. La oposición acusó a Portales de autoritarismo, al tiempo que desplegaba una intensa campaña en la prensa contra este y la impopular guerra.

Asesinato de Portales



Representación del
fusilamiento de Diego
Portales (junio de 1837).

La situación bélica que se estaba produciendo en ese momento obligó al gobierno de Prieto a tomar medidas drásticas, como declarar estado de sitio y obtener del Congreso facultades extraordinarias.
Además, los agentes de Santa Cruz, coludidos con los pipiolos exaltados y con los militares dados de baja, los que conspiraban contra el gobierno, especialmente, contra Portales, hacían propaganda contra la guerra, a la que presentaban como un pretexto del autoritarismo del ministro. Además, dentro del propio ejército había opositores a la guerra.

Fue así que cuando Portales pasaba revista a un destacamento de tropas acantonado en Quillota, bajo el mando de José Antonio Vidaurre, fue rodeado y apresado (3 de junio de 1837).

Al otro día, Vidaurre ordenó el traslado de Portales hacia Valparaíso, pero la comitiva no alcanzó a llegar, ya que el batallón Valdivia y las guardias cívicas del puerto -las mismas que Portales había formado cuando fue intendente de esa ciudad- le cortaron el paso en el cerro Barón.

El ministro estaba custodiado por una escolta dirigida por el capitán Santiago Florín, quien ordenó su fusilamiento dos días después, el 6 de junio.

Blanco Encalada y Bulnes en la guerra

La primera acción bélica contra la Confederación Perú-Boliviana estuvo comandada por el almirante Manuel Blanco Encalada. Este llegó a Arequipa, pero al verse en franca minoría, no tuvo más remedio que celebrar un tratado de paz, el que se firmó en Paucarpata (17 de noviembre de 1837). En él se estableció la devolución de los barcos apresados, el restablecimiento de las relaciones comerciales, la retirada del ejército chileno, así como el reconocimiento peruano de la deuda reclamada.

Sin embargo, el gobierno chileno rechazó este tratado y redactó un decreto en el que estipuló que lo desaprobaba y que la guerra debía continuar.

En 1838, Manuel Bulnes, al mando de un ejército de 6.000 hombres, reemprendió la lucha. Así, el 21 de agosto de 1838 tuvo lugar el combate de Portada de Guías, que permitió la ocupación chilena de Lima. Luego vinieron el combate del Puente de Buin y el naval de Casma (6 y 12 de enero de 1839, respectivamente,) donde una vez más las tropas y la escuadra de la Confederación fueron derrotadas.

El 20 de enero de 1839, Bulnes atacó nuevamente al ejército de Santa Cruz cerca de la localidad peruana de Yungay. El combate se inició en el cerro Punyen y luego siguió en el cerro Pan de Azúcar, donde los restauradores (las tropas chilenas) derrotaron a las fuerzas del ejército Confederado, triunfo que implicó la desintegración de la confederación.

A la vuelta a Chile, Bulnes fue recibido con gran algarabía y nombrado consejero de Estado por el presidente Prieto. Esta designación fue el paso previo antes de lanzar su candidatura presidencial.

Diego Portales: El organizador de la república


Diego Portales (1793-1837), que fue ministro de Guerra y Marina y luego de Interior en el gobierno de Prieto, es considerado como quien organizó, políticamente, al país.
Primero trató de erradicar definitivamente los pronunciamientos y motines militares que se habían producido durante la década de los 20.
Además, se preocupó de establecer un gobierno fuerte, respetado y honorable, independiente de los partidos políticos y de las personas con poder.
Tras la expulsión de Freire, Portales inició una reorganización de las tropas, y creó la Guardia Cívica, que se convirtió en el gran apoyo del gobierno de Prieto.

Los Filopolitasa


Fue un grupo opositor al gobierno de Prieto creado en 1835 por los pipiolos, liderados por Manuel José Gandarillas, los carrerinos, dirigidos por José Benavente, la familia Errázuriz y militares que habían sido dados de baja.
El presidente Prieto, preocupado ante la aparición de este grupo, llamó nuevamente a Portales al gabinete, ya que había renunciado a sus cargos en 1832. Este asumió los ministerios de Interior, de Relaciones Exteriores y de Guerra y Marina. Con su llegada, la situación se calmó y Prieto pudo ser reelegido.

Resumen del Gobierno de José Joaquín Prieto


- El descubrimiento de la mina de plata de Chañarcillo en 1832 permitió paliar la deuda fiscal y construir edificaciones urbanas.
- El 25 de mayo de 1833 se promulgó la nueva constitución, la que sentó las bases políticas por las cuales Chile se rigió por casi 100 años.
- Entre 1836-1839 se produjo la guerra contra la Confederación
Perú-Boliviana, que terminó con el triunfo chileno en la batalla de Yungay.

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