Por supuesto, y no solo es una recomendación hecha para los early adopters. Un teléfono compatible con 5G también lo es con las redes anteriores, así que mientras se adquiera en el mercado formal y cuente con la certificación adecuada, el equipo operará sin problemas en nuestro país.

A diferencia de cómo ha sido el despliegue de otras redes a lo largo del tiempo, la tecnología 5G llegará a Chile sin que esté exclusivamente  disponible en teléfonos lujosos. En Chile ya existen sobre 40 dispositivos compatibles con la tecnología 5G, con equipos que parten aproximadamente desde los 200 mil pesos, por lo que si está pensando en renovar el equipo es una buena opción fijarse si va a ser compatible con la nueva red ya habilitada comercialmente en algunas zonas del paíjs

A diferencia de otras implementaciones, se espera que la llegada del 5G sea la más rápida de todas las generaciones de conectividad móvil. Mientras el 3G demoró 12 años en alcanzar los mil millones de usuarios, el 5G se espera que llegue a la misma cifra en 3 años y medio. Actualmente son 58 los países alrededor del mundo que cuentan con redes 5G. Y en los países que adoptaron primero la tecnología, como Corea del Sur, se espera que para el 2025 el 60% de sus suscripciones móviles sean por 5G.

En Latinoamérica, los países más más avanzados en estos momentos son Chile y Brasil, quienes yapasaron la etapa de investigación y ya se encuentran en el periodo de pruebas y de implementación, siendo nuestro país el primero de la región que ya terminó de manera oficial el proceso de otorgar concesiones para desplegar sus redes 5G, y recientemente dio el vamos para operar comercialmente.

Ya han sido tres las organizaciones que han respaldado el uso de redes 5G. La Organización Mundial de la Salud ya explicó en el año 2014 que las comunicaciones móviles no suponían un riesgo.

En particular, sobre 5G, la Comisión Internacional de Protección de Radiación No Ionizante, señaló que “el nivel máximo de radiofrecuencia al que alguien podría estar expuesto por el 5G (o cualquier otra señal en áreas comunitarias generales) es tan pequeño que no se ha observado ningún aumento de temperatura hasta la fecha". Y la FCC de Estados Unidos señaló lo mismo en mayo del año pasado, cuando permitió el uso comercial de estar redes en aquel país. Y no, definitivamente tampoco están detrás de la propagación del Covid-19.

Sí, es un posible escenario esperado, pero no serán como las conocemos ahora. El despliegue de 5G requerirá mayor capilaridad de antenas que las que hoy ya están desplegadas, pero serán de menor tamaño. Serán celdas tan pequeñas que incluso podrán colocarse en postes de luz y otros espacios públicos para tratar de llegar a la mayor cantidad de gente y dispositivos posible.

La razón de esto es que el 5G operará a tres longitudes de onda diferentes, siendo la más corta de estas la que funcionará más rápido, pero la que tendrá menos alcance y podrá atravesar menos objetos. Por lo mismo, la opción será el aumentar el número de antenas en la ciudad -pensando incluso en contar con uno de estos repetidores en cada esquina.

La respuesta, en realidad, depende de la etapa. El despliegue se 5G se divide en dos partes: uno parcial, en donde los equipos serán ayudados por la red 4G para hacer el “enlace” con el 5G, y el total, en el cual los equipos dependerán 100% del 5G. Por supuesto, el cambio de conexiones de la primera generación significa un gasto extra de batería, por lo que los equipos en una primera instancia pasarán menos tiempo encendidos.

Pero, a pesar de que los equipos descargarán más datos en el futuro, los estudios indican que a la larga el consumo de batería debería reducirse, ya que el uso de los recursos será mucho más eficiente usando el 5G. También impactará el hecho de que, al poder hacer más cosas -como jugar o realizar videoconferencias instantáneas- nuestros equipos usarán más recursos y por ende, tendrán mayor exigencia.