3 de diciembre del 2000. Estadio Monumental. Capturada por Andrés Pérez

Era un partido de fin de semana normal. Ni siquiera era un clásico. Esa foto fue antes de que empezara el partido. Mi misión como solía pasar los fines de semana era llevar fotos del encuentro. Nosotros estábamos justo de espaldas a la Garra Blanca, cuando se empieza a escuchar un griterío en la galería. …

Era un partido de fin de semana normal. Ni siquiera era un clásico. Esa foto fue antes de que empezara el partido. Mi misión como solía pasar los fines de semana era llevar fotos del encuentro. Nosotros estábamos justo de espaldas a la Garra Blanca, cuando se empieza a escuchar un griterío en la galería. Ahí nos dimos cuenta que había una pelea. Varios colegas nos dimos vuelta a tomar la foto, y la imagen que finalmente se vio ocurrió en solo un segundo.

Yo nunca lo vi bien, observé algo que se asomó como un cuchillo y tomé la foto. En ese tiempo las cámaras aún usaban rollo, por lo que no supe hasta que mandamos a revelar los negativos, durante el entretiempo, lo que finalmente había aparecido. Salieron muchas con los barristas ensangrentados, pero con el arma en la mano, solamente esta. Fue una imagen completamente fortuita.

Después de esta imagen es que comenzó fuertemente el debate sobre la seguridad en los estadios. Tras esto, el Barti fue uno de los primeros castigados que no dejaron entrar nuevamente al estadio. De hecho, me tocó ir a declarar por esta foto. Me fueron a buscar al diario para servir de testigo y luego tuve una citación al juzgado de La Florida donde estaban todos los barristas. Me tuve que andar escondiendo un poco para no sentir repercusiones.

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